por Fausto Giudice, desde Túnez,
Periferia, Medellín, No. 104, Marzo-Abril de 2015
Periferia, Medellín, No. 104, Marzo-Abril de 2015
Traducido por María Piedad Ossaba
Por segunda vez, el Foro Social Mundial tendrá lugar en
Túnez del 24 al 28 maro de 2015. Iniciado en 2001 en Porto Alegre, capital de
Rio Grande do Sul, pretendía convertirse en la Asamblea Mundial de movimientos
populares. Su objetivo era reunir y coordinar todos los movimientos que se
oponen al desorden neoliberal a nivel
mundial, sin excluir a nadie, salvo a
los partidos políticos como tales. Con el paso de los años, el FSM ha
experimentado una evolución que sus iniciadores consideran negativa: Los partidos políticos entraron
en el FSM a todos los
niveles, especialmente a través de las fundaciones de los
partidos políticos alemanes que lo financian parcialmente. Uno de los obstáculo principales
para el logro del
objetivo inicial - reunir
movimientos verdaderamente populares de todo el planeta - fue, como siempre el
dinero, o más bien la falta de dinero,
lo que volvió a los pobres más dependientes de los ricos,
que deciden quién
es digno de recibir su ayuda para poder
desplazarse de un continente a otro y
participar en tales encuentros. Así fue como el proyecto de organizar
una delegación de la Otra Colombia,
realmente representativa de los movimientos de lucha de base, y no de los
"representantes" acostumbrados a viajar a todos los eventos, fracasó
ante el muro del (no) dinero. Ninguno de los ricos organismos de
"solidaridad" a los cuales se les pidió ayuda aceptó dar un centavo
para un proyecto que no hubiera costado más que lo que una señora de la
oligarquía colombiana gasta en un fin de semana de ida y vuelta à Miami o a
Londres.
Este FSM arriesga ser el último de la
serie, puesto que los pioneros brasileños, desde hace dos años, han adoptado
una nueva estrategia asociándose con el Vaticano y su nuevo Papa para reconstruir
un “movimiento de los movimientos”: Realizaron
un primer “Encuentro Mundial de Movimientos
Populares” en el Vaticano en octubre pasado, cuyo lema fue “Terra,
Domus, Labor" (Tierra, Techo y Trabajo). Los 132 participantes invitados
por la Santa Sede acordaron continuar en
contacto y coordinarse. Los dos artesanos mayores del encuentro fueron João
Pedro Stedile, el líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) de Brasil y el Papa
Bergoglio, quienes al parecer están en
convergencia total, ya que tienen la "misma clientela" (los pobres) y
los mismos adversarios (los evangélicos que, en Brasil, mostraron en las
últimas elecciones presidenciales, que ahora son un factor político, votando en
masa por Marina Silva).
Stédile y Bergoglio |
La convergencia es entonces entre la estrategia por un
lado de Bergoglio de reconquistar Abya Yala para la Iglesia católica,
apostólica y romana, que en los últimos años ha perdido millones de fieles en
beneficio de las iglesias evangélicas gringas "aculturadas"
localmente y, por otro lado, del MST y de su tutor, el PT en el poder en Brasilia, de ampliar la influencia
brasileña a nivel continental y mundial hacia "los de abajo", o sea
la cara "social-movimientista" de Itamaraty (el palacio de Brasilia
que es la sede del Ministerio
de Relaciones Exteriores). Concretamente, eso significa que no
habrá una gran presencia brasileña en Túnez ni de delegaciones de otros países
financiadas por los generosos donadores brasileños, el número uno PETROBRAS, la
compañía estatal de petróleo, ni de Vía Campesina, el sindicato campesino con
sede en 17 países, que es ampliamente
dependiente del MST.
Ahora
el altermundialismo oficial habla latín... Para los colombianos de la Otra Colombia, la urgencia será en los
años venideros lograr organizar primero
un movimiento de movimientos en todo el país, superando las diferencias
regionales y los sectarismos, buscando caminos para conservar su autonomía de
todos los centros de poder antes de embarcarse en asambleas continentales y
mundiales. Y esa urgencia no es solo colombiana, es tunecina, es africana, es
mundial.
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